¡Hola mis queridos lectores!
Regresé para brindarles este nuevo capítulo. Sé que lo han esperado con paciencia. Mil disculpas por la demora. Estoy corrigiendo el primer libro para publicar y me lleva tiempo. Gracias por la espera. Los dejo con ansias de que les guste y lo disfruten. Les aseguro que sin la ayuda de Ivan no hubiera podido sobrevivir en los túneles. ¡Gracias Ivan y gracias Drank por tu fortaleza! Un beso enorme para todos mis seguidores y feliz fin de semana.
Capítulo 58.
Don y fortaleza.
Ivan.
Después
de que las ratas siguieron mi orden y fueron tras la siniestra figura femenina,
todo fue silencio. Los ojos del lobo me miraron fijo. A pesar del cansancio de
esa mirada lucía un brillo nuevo. Quizás, el hecho de que en un futuro se
convertiría en padre, le dio nuevas esperanzas. No podía rendirse, debía luchar
a pesar de las heridas y el agotamiento. Mejor así, yo era fuerte como todo
vampiro, pero las condiciones me jugaban en contra desde hace horas y
necesitaba que aportara a su rescate.
Afirmé
la escalera hacia el hueco y volví por él.
-Aférrate
a la soga. Trataré de hacer todo el esfuerzo para subirte. ¿Okay?
Asintió
y acto seguido negó con la cabeza.
-No
es justo que hagas el trabajo solo… Yo… ayudaré.
-Estás
débil. Si te esfuerzas la herida se abrirá y todo será peor. Solo sostente de
la escalera, subiré primero.
De
pronto, a mis oídos llegaron unas voces… Venían del exterior. Seguramente
humanos recorriendo el lugar. Era nuestra oportunidad de llamar la atención y
que nos sacaran de allí. Sin embargo, algo inesperado sucedió.
Un
corto diálogo entre las voces del exterior y en segundos, todo oscureció.
Escuché el “clap” de una traba y creí morir.
Habían
tapado el desagüe para que nadie cayera…
-¡Holaaa!
–Grité- ¡Aquí!
Aguardé
unos instantes y volví a gritar…
Nadie
respondió…
Mierda…
¡Tontos humanos! No podía ser verdad. ¿Y ahora?
La
penumbra nos rodeaba, solo la luz mortecina de esas lamparillas que no cesaban
de parpadear.
Escuché
al lobo rezar una plegaria y enfurecí.
-Oye,
tus rezos no nos sacarán de aquí. ¡Gasta tu cerebro pensando que podemos hacer!
-Soy
creyente, así me criaron. Tengo fe que algo superior nos escucha.
-¡Genial!
¡Dile que estamos atrapados a punto de morir! Aunque siendo un lobo y yo un
vampiro no sé qué lugar ocupamos para tu Dios.
-Mi
Dios es el mismo que el tuyo. No dije que fuera creyente de una religión en
particular... Creo que debe haber algo superior, una energía poderosa… que
podríamos ayudarnos –hizo un gesto de dolor y mi olfato detectó la sangre.
-Pues
yo creo que moriremos aquí si no encontramos rápido una salida. La marea subirá
y el nivel del agua nos cubrirá. Ahora, haré un torniquete con la soga o
seguirás perdiendo sangre, después… veré por dónde buscar…
Liz.
Lenya
había partido al centro de Kirkenes. Estaba inquieta, sabía que él y Sebastien
mantendrían la tormenta alejada pero a la vez debían atrapar a esa asesina que
rondaba. ¿Qué podía hacer para ayudar? Todos parecían esperando por noticias y
seguros que todo saldría bien.
Observé
a Nicolay y Margaret entretenidos con mis bebés. Numa, Ekaterina, bebían un
café en la sala, mientras Charles les contaba todo lo sucedido, hasta la
desaparición de Drank.
-Liz,
¿estás bien? –Margaret levantó la vista del rostro de Halldora y sonrió.
-Sí,
preocupada pero bien.
-Luces
cansada, ¿por qué no tratas de dormir?
-Imposible.
-Entiendo,
pero ten fe que todo saldrá bien. Drank aparecerá con vida. Ivan seguro ya lo
encontró. Charles tiene razón, verás que pronto tendremos buenas noticias.
-Ojalá.
Conocía
los dones del rastreador, sin embargo seguía inquieta. Un impulso me llevó a
atravesar la sala y abrir los grandes ventanales.
-Me
falta el aire. ¿Les molesta que abra?
-En
absoluto –dijo Charles y todos coincidieron.
Giré
el pestillo y aparté las dos hojas de cristal. El aire entró por la nariz y me
revivió. Necesitaba sentir el leve viento con aroma a tormenta acariciando mi
rostro. Percibí ese placer que solo lo brinda la naturaleza. Olor a pinos y
tierra mojada… Respiré profundo hasta llenar mis pulmones. Aroma a resina y… a
sal… A sal… a mar… Mi mar.
¿Cómo
no lo había pensado antes? Era una buena opción buscar por la costa. Todos los
desagües deberían desembocar en el mar.
Giré
mi cabeza hacia la pequeña reunión.
-Debo
irme. Me necesitan.
-¿Qué?
¿Cómo que te necesitan? –preguntó Margaret.
-¿Quiénes?
–Charles se puso de pie.
-No
puedo explicarlo, pero debo ir –corrí a la habitación y cogí un suéter.
Charles
y Numa me siguieron.
-Querida,
no puedes irte así, prometí a Lenya que te cuidaría.
-Liz,
¿Por qué no esperas a que la tormenta se disipe bien? Ekaterina puede cuidar a
Nicolay, te acompañaré.
-Buena
idea, Numa. También iré yo.
-Tranquilos,
sé lo que hago. Si llama Lenya díganle que el mar me llamó. Él sabrá a qué se
refieren. Debo ir sola. Me ocurre desde que me convertí.
-Pero…
Liz…
Me
acerqué a Charles y le di un beso en la frente.
-Confía
en mí.
Ivan.
La
sangre del lobo había dejado de teñir las aguas de alrededor. Al menos la
herida nos daría un tiempo para buscar otra alternativa y escapar de esa trampa
mortal. La marea subiría en poco tiempo y aunque no lo mencioné, el rezo fue lo
único que se me ocurría por el momento.
-Debe
haber otra salida –murmuré-. No podemos morir aquí después de tanto esfuerzo.
Drank
cerró los ojos. Había perdido mucha sangre.
-¡Ey!
Te necesito consciente, aunque sea rezando. No podré solo –lo sacudí repetidas
veces.
Entreabrió
los ojos y susurró.
-Duele
demasiado…
-Lo
sé –me compadecí-, trata de no moverte. Deberías haber sanado siendo un lobo,
el movimiento de tus músculos no ayuda.
-Pienso
en Anouk, estará preocupada… También le hará mal al bebé… Me gustaría llegar a
conocer a mi hijo…
-Lo
harás. Solo… -observé alrededor-. Debo buscar otra salida. ¿Crees que puedas
mantenerte en pie?
-Haré
todo lo posible, lo juro.
La
idea de dejarlo solo no era alentadora, pero no podía dar un paso con él.
Tampoco era aconsejable perder tiempo. Así que retomé el camino anterior
buscando otro túnel. Avancé lentamente, volví el rostro para mirar a Drank.
Abrió los ojos y sonrió.
-Ve,
estaré bien.
El
sonido de agua cayendo desvió mi atención hacia el hueco. A través de la pesada
tapa una catarata se deslizaba por las aberturas.
Volví
sobre mis pasos.
-No
puedo dejarte, el nivel subirá. Intentaré cargarte en mis hombros.
-No
podrás, vampiro. Vete sin mí.
-Si
hay algo que odio en este mundo es que alguien me diga, “no podrás”, cierra la
boca si no irás a decir algo positivo.
-Escucha
–su mano temblorosa se posó en mi hombro-, solo necesito que me prometas que no
le hablarás mal de mí a mi hijo.
-¿Qué
cuernos estás diciendo?
-Prométemelo,
dile que solo fui un lobo que amé a su madre hasta el último minuto de mi vida.
-Mierda…
-Prométemelo,
por favor.
-¡No
seas tan dramático! He salido de situaciones peores.
-¿En
serió?
-No
las recuerdo ahora mismo pero estoy seguro que sí –mentí.
Sonrió
de lado y volvió a insistir.
-Prométemelo…
-se aferró a mi hombro- Solo eso te pido.
-¡Okay!
Lo prometo.
Segundos
después, se desvaneció hundiéndose en el agua.
Liz.
Llegué
a la costa en medio de una noche tormentosa. Lenya habría logrado que no
lloviera pero las nubes continuaban luchando por cubrir la totalidad del cielo.
Ni una estrella… Caminé por la arena húmeda. Mis ojos intentaron visualizar el
mar. Parecía calmo, pero la marea había subido. Se notaba porque las rocas
cerca de las grutas no se veían. Trepé entre penumbras sin demora, ágil, veloz,
como nunca llegaría a hacerlo si fuera un simple humano. Tenía esperanza que
alguna sirena notara mi presencia. Sin embargo, ningún ser viviente apareció.
Me
deslicé hasta sentarme en una roca… Mis ojos recorrieron de punta a punta la
oscura playa. Mucho tiempo, había transcurrido mucho tiempo… Ivan tendría que
haber regresado con noticias, buenas o malas, pero tenía que haber regresado.
La incógnita era un manto helado que me envolvía y cada vez ahogaba más. Mi
estómago apretado como puño. Mi corazón latía golpeando el pecho como si
quisiera salir de mi cuerpo. ¿Dónde estaba Iván? ¿Dónde estaba Drank?
De
pronto grité casi sin pensarlo.
-¡Vepar!
–Aguardé unos instantes y volví a gritar-. ¡Vepar!
-No
llames a los muertos, Reina del Mar.
Me
puse de pie de un salto y giré mi cabeza hacia la derecha, de dónde provenía la
voz grave y masculina.
Agudizando
la vista lo vi. Era un ser con rasgos humanos, corpulento, alto. Estaba de pie con sus cabellos largos y
ondulados al viento.
Apenas
me repuse de la aparición. Balbucee.
-¿Qué
dices? ¿Quién eres?
No
se acercó, sin embargo respondió.
-Mi
nombre es Valquir, protector de toda vida marina –hizo una reverencia con la
cabeza-. Reina del Mar, un honor conocerte, aunque hubiera preferido no en esta
ocasión.
-Valquir…
Mi nombre es Liz. ¿Dónde está Vepar?
Dudó
unos instantes antes de responder. Con una mueca de tristeza continuó.
-Murió.
Fue una causa justa.
Recordé
el episodio cuando Lenya y yo llegamos al acantilado. Vepar detendría la primera
ola para evitar el desastre. Llevaría el primer tsunami hacia el corazón de la
montaña y me daría tiempo a mí para prepararme. Lo había logrado, sin embargo,
era evidente que no habría podido escapar.
Mis
lágrimas bañaron mis ojos.
-No
puede ser, ella era indestructible.
Pude
percibir una mueca de dolor.
-Nadie
es indestructible, Reina del Mar. La única condición para morir, es estar vivo.
-No
puede ser, no puede ser… ¿No la volveré a ver?
-Quizás,
quien sabe, algún día, cuando tú debas partir también.
-Siento
mucho dolor por su pérdida –sollocé-. Me ha ayudado mucho en mi conversión. Ya
no estará junto a mí cuando la necesite. Debí visitar el mar más a menudo, es
que los niños, mi trabajo en el Registro… Yo… ¡Estoy tan arrepentida! Lo siento
tanto. La extrañaré.
-Lo
sé. Tu dolor por ella es genuino. Lo percibo, como tú percibes la brisa marina
cuando queremos comunicarnos.
Dicho
esto, su mano derecha se movió suavemente como si condujera el viento hacia mí.
El aroma a salitre penetró mis fosas nasales. Sentí una fuerza extraña en todo
el cuerpo.
-Es
el poder del mar, tu reino, vampiresa.
-Valquir…
¿Dónde están el resto de las sirenas? Splash, Asradi, Mily, Lorelei, todas… Quiero
estar con ellas en este momento tan doloroso.
-En
las profundidades de la gruta principal. Se han reunido para homenajear a Vepar
y despedirla de este mundo. Yo iba ya de regreso a mi hogar, cuando te vi.
-Yo…
Hubiera querido enfrentar al tsunami, sola. Hubiera deseado que ella no pereciera
por ayudarme con la primera ola.
-No
hubieras podido sola. Ella lo quiso así. Tú has logrado salvar muchas vidas,
tienes que estar satisfecha.
Bajé
la vista y pensé en mi amigo.
-Aún
no puedo estarlo. Mi amigo Drank, desapareció bajo las aguas en la ciudad. Aún
no pueden encontrarlo. Quizás podrían estar perdidos en alguna gruta. Mi amigo
es un lobo, se llama Drank y…
-No
lo creo. Nadie puede llegar hasta las profundidades sin ser como nosotros.
-Entiendo…
-Lo
siento. Te saludo Reina del Mar, debo volver con mi especie.
-Por
favor, diles a las sirenas que lamento la pérdida de Vepar. Que necesito verlas
pronto como aquella vez.
-Se
los diré. Seguro estarán esperándote cada día.
-¡Valquir!
Giró
para mirarme antes de zambullirse.
-Si
sabes algo de Drank, por favor… Comunícamelo.
Permanecí
inmóvil, contemplando ese espacio donde Valquir había desaparecido. Solo olas
golpeando las rocas, la inmensidad del mar oscureciéndose hacia el horizonte.
Estaba sola bajo ese cielo nocturno y tormentoso. Drank e Ivan no estaban en la
costa… ¿Qué más podía hacer?
Decidí
regresar, desolada. Además de la angustia por mi amigo se le sumaba la pérdida
de Vepar. ¡Qué tristeza!
Descendí
hasta la playa, retomé el camino por la orilla sin dejar de estudiar los
alrededores. Deseaba descubrir alguna pista, algo que me llevara a Drank y a
Ivan. Lo cierto es que Valquir tenía razón. Imposible que un lobo y un vampiro
pudieran salir desde las profundidades
de las grutas. La naturaleza las había formado de tal forma que nadie podría
descubrir el gran secreto del mar. Las sirenas.
-¡Liz!
¡Liz!
Mis
ojos llorosos descubrieron a Lenya caminando hacia mí.
Corrí
hacia él y me abrazó.
-Liz…
Charles me avisó… Tuve miedo que te ocurriera algo malo.
-Amor…
-estallé en llanto.
-Tranquila,
ya aparecerán, verás.
Me
apartó y me miró a la cara. Apartó el cabello de mi rostro.
-¿Te
ocurre algo más?
-¿Recuerdas
la hembra de cabello rubio que nos alertó en el acantilado?
-Sí.
-Falleció.
Estoy muy triste, Lenya.
-Lo
siento, amor.
Me
rodeó con sus brazos fuertes. Era tan poderoso y astuto. Sin embargo, nada
podía hacer para hallar a Drank, ni yo, ni los lobos, ni los Craig. Solo
quedaba toda la esperanza en un vampiro rastreador. Ivan Gólubev.
Anouk.
-¿Ya
puedo irme? Mi madre ha conseguido vuelo, no tardará en llegar a Kirkenes.
Bianca
se acercó y se sentó junto a la camilla.
-Anouk,
solo aguarda unos minutos más. Has sido transfundida y podrías sentirte
mareada. Si se sabe algo de los chicos nos enteraremos. Sebastien lo prometió.
Resoplé,
pero acaté la orden.
Es
cierto que no me sentía muy bien. La pequeña sala del hospital parecía flotar
en el aire. Me habían convencido de recibir sangre. Acepté por la única razón
de no querer perder al bebé.
Bianca
me cogió la mano y sonrió.
-Todo
saldrá bien.
-Todos
dicen lo mismo. Pero Drank no aparece, mi hermano tampoco. Mucho tiempo sin
saber de ellos. Vilu Huilliche ronda por ahí. ¿Entiendes? Es mucho peligro.
-La
atraparán.
-¿Y
si les hizo daño?
-No
pienses eso.
-¿Por
qué no? Louk la vio, en los túneles.
-Calma,
por favor. El bebé sentirá tu angustia.
-Es
imposible que no esté desesperada. No lo puedo evitar. Piensa si te hubiera
ocurrido con Sebastien.
-No
es que no te entienda. Solo quisiera que no te adelantes a los hechos. Si bien
no se sabe de ellos tampoco hay malas noticias.
Noté
que su mano izquierda se posaba en el vientre y sonrió.
-¿Se
movió?
-Sí,
Odette es bastante inquieta.
-Me
gusta el nombre Odette. ¿Tú lo elegiste?
-Sí.
Por Charles. Era su hija. Falleció cuando era muy joven.
-Pobre
Charles.
-¿Y
tú? ¿Has pensado que nombre ponerle?
-No,
es muy pronto. Además lo elegiremos con Drank.
Mi
rostro ensombreció y mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Por
supuesto –sonrió-. Los dos elegirán el nombre.
Una
enfermera se asomó por la puerta entreabierta.
-Señora
Gólubev, ¿se encuentra bien? ¿Doctora, necesita algo más?
-Sí,
gracias. Estoy bien.
-Por
ahora no necesito nada, Vilma. Muchas gracias. Dile al director Arve que
terminaré una autopsia y me iré.
-Muy
bien. Él está con su hijo, en la guardia. El doctor Branden Arve está sano y
salvo.
-Me
alegro. Entonces, por favor… comuníquele al hijo del director que Nicolay está
en Kirkenes. Querrá saberlo.
-¿Nicolay?
-Sí,
gracias.
Cuando
Vilma se retiró, Anouk dio un suspiro.
-Una
suerte para el director del hospital, su hijo está sano y salvo.
-Ocurrirá
lo mismo con Drank e Ivan, verás. A Grigorii no lo encontraban y apareció.
Tranquila.
-Scarlet
debe estar feliz.
-Claro,
pero también vivió momentos de angustia. Ahora ambos fueron por Anne a la
reserva.
-¿Anne?
La hermana de Grigorii, ¿cierto?
-Sí,
se ha quedado con los lobos mientras nos organizábamos. También la acompañó
Ron.
-¿Son
novios?
-Algo
así. Ojalá prospere su relación. Se lo ve lindos a los dos juntos. Ron es muy
bueno y Anne es una chica muy dulce.
-¿Y
tu padre?
-Bien,
me ha llamado mi tía y dijo que pronto podrían volver al apartamento. Se
encuentran en el hotel. Poco a poco todo volverá a la normalidad.
-Ojalá…
¿Dónde vivirán con Sebastien?
-Con
Charles y Margaret, la casona es muy grande. Por ahora nos quedaremos en el
hotel. Sebastien me ha dicho que han llegado Numa, Ekaterina, y Nicolay. Estoy
deseando verlo. Dice que ha preguntado por mí decenas de veces. Pero es más
seguro que no venga hasta la ciudad.
-Te
has encariñado con él, ¿verdad?
-Mucho,
es como mi hijo.
-Si
Drank tuviera un hijo también lo querría.
-Por
supuesto. Es natural.
-Bianca…
-Dime.
-Douglas
es hijo de un vampiro y una loba, mi bebé también lo es. ¿Tú crees…?
-No
te apresures. Hay que esperar, Anouk. Tu hermana trabaja mucho en genética,
quizás encuentre algo que subsane el error.
-Natasha
es muy inteligente. La noté preocupada por Drank. Al igual que Svetlana y
Demetri, Me han llamado cada dos horas. Aunque deben saber la situación por
mamá. Mi padre la ha estado poniendo al tanto. Sé que ha lamentado no saber
materializarse. Por suerte el aeropuerto ha vuelto a la normalidad.
-Pues
verás que cuando la veas tendrás para darle buenas noticias.
-Gracias.
Espero que sí.
El
móvil vibró en la pequeña mesa que tenía a mi costado. Me incorporé y lo cogí
leyendo la pantalla que titilaba.
-Cielos,
es George…
-¿George?
¿Nuestro gerente del hotel?
-No,
el padre de Drank. Me llama todos los
días desde la erupción del volcán. Le dije que estábamos a salvo… No mencioné
lo de Drank pero quiere hablar con él.
Dejé
que la llamada continuara su curso hasta que enmudeció.
-No
sé qué decirle. Tendré que atender la próxima vez que llame.
-Dile
que Drank perdió el móvil.
-Se
lo dije. Quizás quiera comunicarse con él a través de mi móvil.
-Tranquila,
Drank no tardará en aparecer.
La
miré a los ojos llena de angustia, esperando una frase más contundente. Ella
cogió mi mano y sonrió.
-Vivo,
aparecerá vivo.
Ivan.
Caminaba
muy lento, demasiado para mi gusto. No tenía opción, cargaba a Drank sobre uno
de mis hombros. Estaba inconsciente, y tener un peso muerto de las
características del lobo sobre mi cuerpo no era nada fácil, si deseaba
apresurarme. Sin embargo, no podía quedarme allí, nadie sabía nuestra
ubicación, nadie.
La
fila de lamparillas había quedado atrás, solo una iluminaba cada diez metros.
Continué tanteando la pared agrietada con la única mano libre, la otra aferraba
las piernas de Drank contra mi torso. La mitad de su cuerpo colgaba a mis
espaldas, y no sentía ninguna señal que hubiera vuelto en sí.
¿Dónde
diablos estaba la salida?
Me
detuve, escuché agua caer… Debería ser un desagüe. El sonido no era de un
pequeño chorro, se escuchaba de un volumen importante. Seré sincero, me
aterrorizó. El nivel subiría y nos atraparía allí, sin poder escapar. Respiré
profundo, mis ojos dejaron escapar algunas lágrimas. No tenía miedo de morir, tarde
o temprano, todos lo hacemos… pero hubiera deseado ver una vez a mi familia…
Mamá,
estaría preocupada desde Moscú. Tan lejos, sin haber podido viajar, que sería
de ella cuando mi padre tuviera que decirle que perecí. Natasha, Demetri,
Svetlana, ¡cuántos recuerdos con ellos que quedarían en su memoria! Alegrías,
discusiones, y el amor que nos teníamos. No vería los logros de mi hermana en
la Isla del Oso, ni crecer a Milenka, ni un futuro hijo de Demetri y Anoushka,
y Anouk… Pobre Anouk… No habría podido cumplirle la promesa de regresar con su
lobo.
Respiré
profundo nuevamente, tragué saliva, pasé la lengua por mis labios resecos. El
sabor salado de mis lágrimas se mezcló con otro salitre… Agua de mar… El agua
que caía y se mezclaba en las tuberías era de mar.
Si
el mar entraba por alguna cavidad, podría haber una salida. Avancé con cuidado
temiendo acercarme al camino equivocado. Drank hizo un leve movimiento.
-¿Lobo,
me escuchas?
Nada…
Continué
camino hacia el final del túnel pero antes de llegar, a mi derecha, la tubería
se abría en dos caminos. En uno de ellos pude divisar entre la penumbra la
cascada de agua salada. Otro túnel más, ¿dónde me llevaría?
Observé
el nivel en la pared, no había cambiado. Entonces eso significaba que había otro
desagüe por donde el agua escurría. Avancé lentamente, ¿qué era eso en la
pared? Una grieta, una grieta suficientemente grande para poder atravesarla.
Sin embargo, sería muy difícil con el lobo a cuestas.
-¡Drank!
–Golpee sus piernas-. ¡Drank te necesito consciente! ¡Diablos!
El
movimiento brusco provocó que resbalara, cayendo ambos al agua.
Me
apresuré a ponerme de pie y tantear a Drank. Cuando lo logré usé toda mi fuerza
en mantener su rostro fuera para que no se ahogara.
¡Mierda!
¡Mierda!
De
pronto abrió los ojos aspiró de golpe una bocanada de aire y tosió repetidas
veces.
-¡Drank!
Reacciona, por favor. Te necesito lúcido.
Parpadeó
y escupió agua. Volvió a toser mientras yo trataba de sostenerlo.
-El
agua… está subiendo… moriremos –balbuceó.
-No,
no… Yo me resbalé contigo.
Él
me miró y lo miré, y no recuerdo quien embozó la primera sonrisa. Sonrisa que se convirtió en carcajadas. Creo
que teníamos ganas de reír. No sé si tanta angustia y nervios acumulados. Pero
así fue… Un lobo y un vampiro que no se soportaban, unidos por un destino
tragicómico.
Después
que nuestras risas fueron apagándose poco a poco volvimos a la realidad. Había
que seguir intentando salir de allí.
-Drank,
hay una posible salida. Debemos caminar juntos, haz un esfuerzo.
-Okay…
-Vamos,
despacio. Apóyate en mí… -me detuve-. Ey… Aguarda… Escucha… Se sienten ruidos…
Algo se acerca… ¿Escuchas?
Se
mantuvo en silencio. Sus ojos de lobo se clavaron en la grieta.
-Hay
luz… Hay luz dentro de la grieta.
-Es
verdad… Vamos, intentaremos atravesarla. Iré primero y tú me seguirás. Sostente
de mí. Ambos no cabremos al mismo tiempo por la grieta.
Atravesar
la grieta fue difícil, Drank no estaba en condiciones óptimas y yo tampoco.
Ambos agotados, casi sin fuerzas, desanimados, si esa salida no funcionaba ya
no tendríamos opción.
Poco
a poco fuimos acercándonos hacia el final de ese pasadizo estrecho, por la
abertura que se ensanchaba observamos que la luz que nos había atraído hacia
una salida no eran lamparillas, sino velas. Velas encendidas, había muchas.
-Son
velas encendidas.
-Hay
oxígeno suficiente. Debe haber una salida a la superficie.
-Eso
creo, vampiro. Eres rápido e inteligente.
-No
me dices nada nuevo, lobo.
Percibí
que sonreía a mis espaldas. Sin embargo, si deseaba hacerme una broma no
hubiera tenido tiempo. Algo nos sujetó de las piernas y nos arrastró con fuerza
hacia las luces.
Me
incorporé tratando de buscar a Drank bajo el agua. Tantee su chaqueta y lo
levanté para que respirara.
-¿Estás
bien? –Alcancé a decir antes que una voz me interrumpiera.
-¿Qué
rayos hacen aquí?
Ambos
miramos la figura imponente de una hembra. Sus hombros fuera del agua estaban
cubiertos por algas. Su cabello oscuro cubría parte de su rostro, sus ojos…
brillosos, de un color indefinido. No había demasiada claridad para
describirla, pero supe que no era humana.
-¿Qué
cosa eres? –pregunté.
-Querido,
las preguntas en este territorio, las hago yo.
Su
voz retumbaba haciendo eco en las paredes de la gruta. Hacía calor, mucho
calor. El agua era cálida, así que supuse que estábamos cerca de una caldera
natural, o lo que es peor, de la base del volcán.
-Mily,
¿cómo crees llegaron hasta aquí?
-Otra
figura femenina emergió cerca de la primera. Por la luz de las pequeñas llamas
su cabello tenía un tinte rojizo.
-No
lo sé, Asradi. Se supone que tienes el don de intuir el peligro. ¿Fallaste?
-¡Por
supuesto qué no!
-¿Entonces?
-Entonces
no hay peligro, querida.
-¡Cómo
no va a ver! Hay un vampiro y un… No sé qué cosa, en nuestros dominios y tú
dices que nos hay peligro. ¡Nuestro secreto ya no lo será!
-No
grites, Mily. Lo solucionaremos –la pelirroja se acercó con la rapidez de un
rayo hasta quedar cerca de mi rostro-. Jamás saldrán vivos de aquí.
-¡No!
¡Esperen! La “cosa” que dicen es un lobo. Nos perdimos, no era nuestra
intensión indagar territorio de Tritón –me apresuré a declarar.
-¿De
quién? –preguntaron al unísono.
-¿Alguien
sabe quién diablos es Tritón? –se preocupó otra hembra recostada a la pared.
-Es
el rey de los mares –informé-. Hijo de Poseidón y de Anfitrite según la
Teogonía de Hesíodo y… –Drank me palmeó el hombro y negó con la cabeza.
-Sé
que sabes mucho pero… no, no vamos por buen camino… Escuchen, mi nombre es
Drank, soy un lobo, amigo de Liz. Ella tiene el don de dominar las mareas, ¿la
conocen?
Todas
abrieron la boca asombradas. Y yo también.
-¿En
serio? Nuestra Reina del Mar.
-Naaah,
mentiroso.
-Es
verdad, es verdad –me apresuré-. Él es amigo de Liz. Y yo… Y yo soy hermano de
la amiga de Liz.
-Hermano…
de la amiga… de la Reina del Mar –resopló la pelirroja-. ¡Ya me mareaste!
-Nuestra
Liz… ¿No digan? –se burló la de cabello negro.
De
pronto, todas se fueron acercando, rodeándonos. De sus labios carnosos
sobresalían filosos colmillos. ¿En serio moriríamos así? ¿Después de tanta
lucha?
-¡Ya
déjenlos!
Esta
vez una figura masculina emergió no muy lejos del grupo.
-¿Qué
quieres, Valquir? Ya despedimos a Vepar. ¿No regresabas a tu hogar?
-Eso
hacía, Splash, pero algo me hizo arrepentir. Es cierto lo que dice. La reina
del Mar está buscando a su amigo el lobo. Es nuestro deber ayudarla.
-¿Estás
seguro?
-Acabo
de hablar con ella en el acantilado. Está muy triste por la muerte de Vepar. No
le sumemos un dolor más.
-Bien…
¿Y cómo sabes nuestro secreto? ¿Lo descubriste tú o ella confió en ti?
-Un
poco de ambos.
-Ella
siempre sabe lo que hace, Mily. Jamás nos pondría en peligro.
-Lo
sé… Si es así, ayudaremos al lobo a regresar, pero tú –me señaló-, no podemos
dejarte ir con el secreto.
-No
diré nada. Es una promesa que cumpliré hasta que muera.
-Todos
dicen lo mismo, no nos arriesgaremos –aseguró la sirena de cabello oscuro.
Antes
que se abalanzaran sobre mí, Drank se interpuso ante una mueca de dolor por la
herida.
-¡No
me iré sin él! Si lo matan, me tendrán que matar a mí. Y eso no le agradará a
su Reina del Mar.
Todos
los pares de ojos se achinaron con recelo. Hubo silencio, aterrador diría yo.
Después la voz del tal Valquir.
-Vamos,
los guiaremos hasta la playa. Y está demás advertirles… Nunca nos vieron.
Muchas gracias por tu amable visita y comentario.
ResponderEliminarSin duda, es un placer llegar hasta aquí.
Un abrazo.
Hola Amalia! Me encantó tu blog. Seguiré visitándote. Abrazo.
EliminarGracias ya puedo entrar y leer
ResponderEliminarMuchas gracias tesoro!!
EliminarSoy Lola gracias
ResponderEliminarHola!!! Muchas gracias a vos!
EliminarExtrañe leer tu historia. Esperó que estés bien. Veamos que pasa Anouk y el resto de personajes. Suerte con corrección y publicación de tu novela.
ResponderEliminar¡Hola Ju! Muchas gracias por apoyarme y desearme suerte. Lo mismo deseo para tu bella novela. Sé que tendrás éxito. Un placer leer tu comentario. Muchas gracias, beso enorme.
EliminarPor fin!! Me encantó el desenlace del viacrucis en la alcantarilla...supongo que se avecina un acercamiento y relación diferente sobre todo entre Drank e Iván después de esto!! Un enigma las sirenas!!
ResponderEliminar¡Hola Diana! Muchas gracias, lamento la demora. Y sí, todo cambiará a raíz de los acontecimientos. Un besazo grande.
EliminarQuerida, Lou
ResponderEliminarSupongo que estarás muy ilusionada con la próxima publicación de tu primer libro... Yo adoro tus libros porque son excelentes, porque me hacen pasar ratos inolvidables... Te deseo el éxito que mereces y que estoy segura de que conseguirás
Bueno, ya voy a comentarte tu capítulo
Creo que Ivan y Drank, vampiro y lobo, están condenados a ser amigos
He maldecido a los necios humanos que les han cerrado la salida, sé que ellos no lo han hecho adrede... pero no he podido evitar maldecirles ;-)
Menos mal que Liz ha sentido la llamada del mar y se ha encontrado con Valquir, porque es gracias a Valquir que Ivan y Drank no han acabado despedazados por los filosos colmillos de las bellas sirenas
¡Qué mal lo han pasado por los túneles de las grutas!
Creo que Drank va a poder abrazar a Anouk y va a poder conocer a su hijo y contarle él mismo lo mucho que ama a su mamá... y que Ivan va a poder cumplir la promesa que le hizo a su hermana
Me ha encantado el capítulo, Lou... Gracias por tu capítulo, gracias por escribir tan bien
Un abrazo gigante
¡Hola Mela! Muchas gracias por tu comentario. Me das mucho ánimo y eso es necesario para seguir camino. Tu novela es grandiosa y amo leerte. Lo sabes.
EliminarEn cuanto al capi, los humanos han visto la alcantarilla abierta y la han cerrado, mala suerte para Ivan y Drank. Por suerte Liz se acercó hasta la costa y se encontró con Valquir. Sé que todo terminará bien por suerte. Lobo y vampiro tendrán que hacer las paces definitivas, deben hablar cuando salgan de esta situación y estoy en tratativas para lograrlo. Nada de esto hubiera ocurrido si los lectores no me hubieran acompañado. Una de ellas eres tú. Infinitas gracias por apoyarme. Un beso enorme desde Buenos Aires.
Hola Lourdes, felicidades por la publicacion de tu primer libro!
ResponderEliminary tambien me encanta la historia y el capitulo, extraordinario.
Un beso ˖˵˵˵˵ଘ( ꈍᴗꈍ)⋆🌷
¡Muchas gracias! Abrazo desde Argentina.
EliminarIvan le salva la vida a Drank,seran cuñados y amigos.Anouk estara contenta.Me ha gustado mucho.Besos.
ResponderEliminarHola Ramón! Muchas gracias por comentar. Cierto, serán cuñados y pienso que las relaciones van a mejorar. Anouk estará feliz. Un abrazo fuerte desde Buenos Aires y feliz semana.
EliminarTe dejo un abrazo. Mucha suerte.
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
Eliminarexquisito relato donde la naturaleza de cada uno de sus personajes
ResponderEliminarda via libre a la acción más trepidante entre seres convencionales y
del inframundo vampirico , me encanto el de Lou ,,,felicidades por
la publicación de tu libro Lourdes te deseo tengas el mayor de los
exitos pues lo has merecido con tan buen hacer literario ...con mi
deseo de que pases un buen finde semana , saludos Lourdes .jr.
Muchas gracias Jose, me dan ánimo tus palabras. Me alegro que te haya gustado. Buen fin de semana para ti y abrazo enorme desde Argentina.
Eliminarhola Lourdes paso a releer tu bello relato de pasioes y aventuras donde sus personajes dan vida a la accion y emocionada pasion del lector por saber su final..., aprovecho para desearte Lourdes un feliz fin de semana ,un abrazo y mis saludos . jr.
ResponderEliminarMuchas gracias Jose. Que tengas una hermosa semana.
EliminarQuien da su vida por salvar a otros es un héroe o heroína y esa es Vepar.
ResponderEliminarEspero que recibas el éxito que mereces.
Beso
¡Hola Ignacio! Yo también lo creo. Muchas gracias por pasar por mi blog, comentar, y por tus buenos deseos. Buena semana para ti Abrazo.
Eliminar¿Que es tener éxito?
Eliminarque te lean ?
que vendas muchos libros?
que la gente en la calle te reconozca?
Ignacio Alfonso
Quien da su vida por salvar a otros es un héroe o heroína y esa es Vepar.
Espero que recibas el éxito que mereces.
llegué al final Demasiado largo Si escribieras mas corto seria genial
ResponderEliminar¡Hola! Muchas gracias por visitarme y leerme. Lamento que el capítulo sea largo, sucede que a veces no puedo cortar el hilo de los sucesos. El capítulo es parte de un libro y éste de una saga. Estaré visitando tu blog. Abrazo grande desde Argentina.
EliminarGracias por no enojarte conmigo Lo que pasa que en mi caso soy una de la viejas bloggers
ResponderEliminarque comenzaron con blogs nos vamos 15 años Pa"Tras
Y la idea es que todo es corto Tu novela es muy buena
pero tiene formato de libro Me encanta como eres
Gracias por no enojarte conmigo
¡Hola! Nunca me enojaría por un consejo. Las escritoras nuevas como yo deben aprender de todo los comentarios y ver que las beneficia. Tienes razón el formato es de libro y como tú soy bloguera vieja. Desde 2009. Un gusto que estés visitándome. Muy buena semana. Pasaré por tu blog a leerte.
EliminarPaso a desearte éxito y un feliz mes de Septiembre. Abrazos
ResponderEliminarMuchas gracias! Igual para ti. Abrazo enorme.
EliminarUn placer visitarte.
ResponderEliminarFeliz otoño.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu visita. Feliz otoño. Abrazo desde Buenos Aires.
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